INTRODUCCIÓN A LA KINESIOLOGÍA
Hoy en día vivimos unos momentos de cierta incertidumbre en el
campo de la salud. Mientras que la ciencia nos propone micro-scaners con los
que encontrar las más pequeñas de las lesiones en cualquiera de los sistemas
que componen el cuerpo humano, fertilidad asistida, incluso nos prometen para
un futuro muy próximo, elegir el sexo y características de nuestros hijos.
Nos sometemos a protocolos de diagnóstico y tratamiento
sumamente complicados, muy técnicos y caros, para encasillar nuestros síntomas
y padecimientos dentro de una lista interminable de síndromes y enfermedades,
para las que se han desarrollado otros tratamientos protocolizados, en los que
nos vuelven a englobar dentro de grupos a los que hay que tratar a todos de la
misma forma.
Estamos necesitados de técnicas aplicadas a la
salud donde se tenga en cuenta la individualidad, las características
personales de cada individuo.
En realidad somos muy diferentes unos de
otros, nos diferencia nuestra genética, nuestra forma de adaptarnos a los estímulos
de la vida, y mucho más en la actualidad donde, ya que en las últimas
generaciones, nos hemos visto obligados a adaptarnos a cientos de productos
químicos, radiaciones, estímulos sensoriales, etc., que implican adaptaciones a
nivel celular y que conllevan drásticas diferencias en los comportamientos
celulares, quedando impresos en los hijos y nietos, haciendo que las
diferencias en las conductas biológicas entre hermanos sean cada vez mayores.
Esto ha ocasionado un gran vacío en la
base de nuestra salud.
Últimamente han surgido todo un repertorio de
técnicas aplicadas a la salud enfocadas de una forma más integral y
holística, y quizás una de las más sobresalientes sea la Kinesiología, de la
que se desarrollaron diferentes ramas. De todas ellas nos dedicaremos a la que
llamamos Holística, ya que por sus características y método nos abre todo un
mundo de posibilidades en la búsqueda de las causas originales de nuestras
afecciones, y nos enfoca de forma directa hacia su recuperación de una forma
real, efectiva.
Según avancemos en su conocimiento,
comprenderemos que el cuerpo nos habla, no sólo con sensaciones o estímulos
procedentes desde nuestro interior, ya que este mensaje es demasiado subjetivo
y no adecuado para un análisis técnico y objetivo. La kinesiología nos propone
un lenguaje muy definido, binario, al igual que un ordenador el cuerpo nos dará
una respuesta exacta a cada pregunta que le propongamos, sólo nos falta
organizar protocolos para acceder a la trama informativa de nuestro organismo.
Al igual que un software nos abre diferentes aplicaciones en
un ordenador, así cada protocolo lo hace en el cuerpo. Estos protocolos cumplen
con la condición de la flexibilidad que le otorga la palabra “holístico”,
flexibilidad que los hacen ideales para cumplir el siguiente requisito, el de
la individualidad. Cada protocolo nos permite una aplicación de forma
totalmente personal, diferenciándose en cada uno de los pacientes.
De esto se desprende que el límite de esta técnica yace en
el límite de cada terapeuta. El kinesiólogo es un terapeuta con una preparación
técnica y personal vasta y especialmente integrada. El conocimiento de su mundo
interior se funde con un vasto conocimiento técnico, no sólo de la kinesiología
en sí, sino de todas las otras técnicas que ella aúna por su carácter
integrador. Así mismo será un profundo conocedor de la anatomía, fisiología,
neurofisiología, bioenergética, y los mecanismos de la evolución.
¿QUÉ ES KINESIOLOGÍA HOLÍSTICA?
La Kinesiología Holística es una
técnica con la que de forma totalmente íntegral, podemos precisar las causas
que han llevado al paciente a un estado de no salud, además de precisarnos
fielmente los niveles en los que han tenido lugar los desequilibrios y
las desadaptaciónes: nivel estructural, químico, psico-emocional y
energético. Igualmente nos define con exactitud la técnica ideal a
utilizar con cada paciente.
El organismo recibe aproximadamente unos
cuatro millones de estímulos por segundo, adaptándose constantemente sin alterar
su medio interno gracias a un sofisticado sistema de autoregulación, con una
experiencia de miles de millones de años.
Hemos comprobado que ante un
estrés mantenido, al que el organismo no puediera adaptarse, el sistema de
regulación lo pondrá en espera para una futura adaptación. En esta situación en
el cerebro se hiperactiva un neuropéptido, llamado “sustancia P” (Barrera
hemato encefálica), obserbando que en este estado de hiperactividad se produce
una hipotonía (debilidad) en las cadenas musculares del lado dominante del
paciente.
Basándonos en este reflejo, se han desarrollado sofisticados
protocolos, totalmente basamentados, por los que podemos acceder a las causas
originales de nuestros problemas de salud, y a los diferentes niveles en los
que se encuentren.
Dentro de la ESTRUCTURA
nos puede detallar el nivel de la lesión: Músculo, fascia, ligamento, tendón,
disco, intra-articular e intra-ósea, y nos informa de las posibles influencias
que otras lesiones ejercen sobre la que tratamos, indicándonos la prioridad en el
tratamiento.
A nivel QUÍMICO nos dirige de forma
efectiva en procesos agudos, crónicos o causados por toxinas heredadas.
Asegurándonos un camino de eliminación de las toxinas del nivel intracelular
hacia los líquidos y su posterior eliminación por los emuntorios.
En el plano PSICO-EMOCIONAL nos da
acceso a los profundos bloqueos que el paciente puede arrastrar desde su etapa
intrauterina, influencia del nacimiento, influencia de la conducta heredada….
Dentro del nivel ENERGÉTICO
nos dará información de la implicación de: Meridianos, chacras, cuerpos
sutiles, cicatrices (físicas o psíquicas), geopatologías,...
Precisa exactamente el camino a seguir con cada paciente,
constituyendo así una técnica unipersonal. Trabaja la interrelación de los
diferentes niveles y las influencias de uno sobre otro, y en especial al
sistema inmunitario y energético como reguladores de esa integración.
CUANDO EL CUERPO NOS HABLA, NO SE EQUIVOCA.
HAY QUE SABER ESCUCHAR PARA COMPRENDER Y ENTENDER LA RESPUESTA.
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