sábado, 22 de septiembre de 2018

Meditacion

Meditación


En el cuadro adjunto expongo “El Camino”. Este camino está compuesto de otros infinitos caminos, cualquiera de ellos que busques lo encontrará en Él. Es un camino que va del “Origen” hasta la identidad del “Ser”, este Ser que al “pronunciarse” da lugar de nuevo al “Origen”. Este Ser que lleva el Origen en su interior y al expresarlo se envuelve en él.

Observemos y meditemos apaciblemente en cada paso. En el Principio, en el Origen aparecen las dos polaridades, la Yang , que es la expansión, la radiación, el movimiento, y la Yin, que es la quietud, la contracción, la materia.  Por la propia Naturaleza del Origen, cada una lleva intrínseca a la otra.

Esa contracción y expansión se alternan, se aúnan como el Latido de un Corazón inherente a la Vida.

Viajemos despacio desde el Origen hasta la línea media, donde tienen lugar las transformaciones:
 
• Materia  Cuerpo
• Energía  Mente
• Luz  Alma
• Movimiento Universal  Espíritu

Flores de Bach

Esta primera parte del viaje corresponde a la filogénesis de nuestro Universo; y desde la transformación hasta la identificación con el Ser, corresponde a la Ontogénesis y la apertura a los futuros Universos.
Busca ese Origen en tu interior, siéntelo. Lo puedes localizar en la respiración. Tu cuerpo se expande y se contrae, una cualidad deja paso a la otra, y esa otra aparece en el interior de la primera. 

Lo puedes intuir en tus líquidos craneales. Cierra tus ojos y siente como estos empujan tus límites físicos en su expansión y luego vuelve al remanso de tu interior para iniciar otro ciclo.

Procura detenerte en tí, utilizándote en el más amplio sentido Holístico. En la “Escucha” de esas oleadas de Vida, percibe su Naturaleza, es la Tuya. Pre-siente las raíces vírgenes que nutren esa transformación en cada uno de nosotros, cada una de esas transmutaciones. Escucha cómo la “Materia” conforma tu “Cuerpo”, como lo construye; habítalo, llénalo, que él te de la forma.

 
Ahora puedes sentir como este cuerpo genera energía, calor, y cómo la “Energía” busca una dirección, un sentido; se enfoca y compone tu “Mente”, y cómo tu mente genera luz en este mundo. Pone claridad, reconoce lo que te rodea, sabe sus nombres. Déjate llevar por esa sabiduría, esa luz. Tu Mente se abrirá lentamente, esa es su Naturaleza, y al abrirte con Ella puedes maravillarte al Comprender que tu “Alma” es la “Luz” del Mundo, esa Luz que te une al “Espíritu” que danza armoniosamente, totalmente imbricado y sincronizado al “Movimiento” del Universo. Un infinito baile de dos tiempos, una suave inspiración y una abandonada expiración.
 
Déjate llevar por esa Gran Expansión Universal, desde tu Origen, y una vez que estés reposando en esa sensación de “Conexión”, una vez que te sientes “el Embrión” en este útero “Universal”, entonces, sólo entonces, deja que nazca ese “Primer Pensamiento” etéreo,  inocente como la sonrisa de un bebé, espontaneo y natural. Relaja la mandíbula, la lengua y permite que de tu garganta brote “la Palabra” que da vida al Pensamiento. Palabra que brota como la expresión más noble de tu Naturaleza, sin intenciones. Ese Pensamiento y esa Palabra, te definen como Individuo, definen el “Yo”.
 
Escúchate, siéntete resonar con tu voz, observa ese amoroso coito entre Pensamiento y Palabra. Sí, ese Pensamiento dejó su semen en la Palabra. Vive el parto, ábrete, que el aliento que dará vida a tu voz se impregne de todo tu interior, permítete parir la “Obra”, y que Ella sea la más fiel representación del “Ser” que te habita; de esta forma, por simple Acto Natural, resonarán el Yo y el Ser. Tu Obra te representa, cada palabra, cada acto, te representa, te reconoces en ellos como la Obra,… Yo Soy, estas palabras conformarán tu Vida con tus Pensamientos, Palabras y Obras, y Tú conformarás la Obra.



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